Relato: No Te Fies de la Niña
13:00
Esta historia que os vamos a contar le ocurrió a una amiga mía:
Un día Raquel salió del instituto como todos los días, pero ese día por alguna extraña razón decidió tomar un camino diferente. Después de caminar unos minutos, vio a una niña llorando y Raquel le preguntó que le pasaba. La niña señaló con el dedo una vieja casa y entre lloros le explicó que su gato se había metido allí, la niña no quería ir a buscarlo, tenía miedo, se le veía muy aterrada.
Amablemente Raquel, que era muy buena persona, decidió ayudar a la niña y buscar al gato.
Al llegar a la entrada, la puerta estaba abierta, y no había nadie en la casa por lo que decidió entrar. Cuando entró la puerta se le cerró de golpe, a pesar de ello Raquel decidió continuar adelante, de pronto apareció el gato corriendo por las escaleras, Raquel lo siguió, al llegar al segundo piso, el gato estaba allí, en medio del pasillo mirándola fijamente, parecía como si el gato la hubiese esperado y cuando Raquel se le acercó para cogerlo, éste escapó hacia una habitación que tenía la puerta entreabierta.
Al entrar en la habitación, Raquel se quedó sorprendida, era la habitación de una niña, tenía las paredes forradas de papel rosa y las estanterías llenas de preciosas muñecas que miraban fijamente a los intrusos. Pero Raquel no se sorprendió por la cantidad de juguetes que habían en la casa, ni tampoco porque un caballito de cartón balanceaba solo misteriosamente. La habitación, a diferencia del resto de la casa, estaba nueva, como si el tiempo no hubiese pasado.
De pronto fijó la mirada en una foto, se podía ver a una familia, al parecer el padre, la madre y su hija, la niña que ahora estaba allí en la calle esperando que le trajese a su gatito.
Raquel se empezó a asustar de verdad, todo esto ya no le gustaba, así que decidió volver sin el gato y escapar de aquella casa antes de que ocurriese algo. Al darse la vuelta para salir, ahí estaba la niña, ensangrentada y llorando:
¡ELLOS ME MATARON!, ¡Y TAMBIEN LO HARAN CONTIGO!
Al día siguiente encontraron el cuerpo de Raquel, igual como se encontró el de aquella niña muchos años atrás.
Os preguntaréis como sé esta historia. Yo soy aquella niña y quiero que me traigas a mi gato…
Un día Raquel salió del instituto como todos los días, pero ese día por alguna extraña razón decidió tomar un camino diferente. Después de caminar unos minutos, vio a una niña llorando y Raquel le preguntó que le pasaba. La niña señaló con el dedo una vieja casa y entre lloros le explicó que su gato se había metido allí, la niña no quería ir a buscarlo, tenía miedo, se le veía muy aterrada.
Amablemente Raquel, que era muy buena persona, decidió ayudar a la niña y buscar al gato.
Al llegar a la entrada, la puerta estaba abierta, y no había nadie en la casa por lo que decidió entrar. Cuando entró la puerta se le cerró de golpe, a pesar de ello Raquel decidió continuar adelante, de pronto apareció el gato corriendo por las escaleras, Raquel lo siguió, al llegar al segundo piso, el gato estaba allí, en medio del pasillo mirándola fijamente, parecía como si el gato la hubiese esperado y cuando Raquel se le acercó para cogerlo, éste escapó hacia una habitación que tenía la puerta entreabierta.
Al entrar en la habitación, Raquel se quedó sorprendida, era la habitación de una niña, tenía las paredes forradas de papel rosa y las estanterías llenas de preciosas muñecas que miraban fijamente a los intrusos. Pero Raquel no se sorprendió por la cantidad de juguetes que habían en la casa, ni tampoco porque un caballito de cartón balanceaba solo misteriosamente. La habitación, a diferencia del resto de la casa, estaba nueva, como si el tiempo no hubiese pasado.
De pronto fijó la mirada en una foto, se podía ver a una familia, al parecer el padre, la madre y su hija, la niña que ahora estaba allí en la calle esperando que le trajese a su gatito.
Raquel se empezó a asustar de verdad, todo esto ya no le gustaba, así que decidió volver sin el gato y escapar de aquella casa antes de que ocurriese algo. Al darse la vuelta para salir, ahí estaba la niña, ensangrentada y llorando:
¡ELLOS ME MATARON!, ¡Y TAMBIEN LO HARAN CONTIGO!
Al día siguiente encontraron el cuerpo de Raquel, igual como se encontró el de aquella niña muchos años atrás.
Os preguntaréis como sé esta historia. Yo soy aquella niña y quiero que me traigas a mi gato…
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